Las bolas chinas no son un simple juguete sexual. De hecho, tienen otros muchos usos de los que nos podemos beneficiar.
Podemos pensar que el único fin de los juguetes sexuales es proporcionarnos más placer durante las relaciones sexuales, o al menos hacer de ellas un momento más picante. Y aunque ese es principal objetivo, lo cierto es que hay algunos que tienen más usos fuera de la cama que dentro. Uno de ellos son las bolas chinas, nos pueden ayudar a fortalecer el suelo pélvico.
Las bolas chinas son pequeñas pesas que se introducen en la vagina y que nos pueden ayudar a fortalecer los músculos del suelo pélvico. Y esta fortaleza es precisamente la que nos proporcionará un mayor placer sexual.
Un suelo pélvico fuerte puede evitar la incontinencia urinaria, mejorar la lubricación, evitar el riesgo de prolapso y, en general, nos hace disfrutar más del sexo.
El mecanismo es muy sencillo: basta con introducirlas en la vagina, aunque hay que tener en cuenta que al principio pueden resultar molestas, por lo que es importante introducirlas con la ayuda de un lubricante. Su colocación es "similar" a la de un tampón: por fuera debemos dejar el cordón que nos permitirá extraerlas después.
Una vez dentro, la clave es moverse con ellas, pasear, salir a comprar, realizar con ellas ejercicios de kegel. Al principio, las bolas se suelen poner unos 15 - 20 minutos y unos tres días por semana. Después se pueden usar diariamente y hasta un máximo de media hora al día aproximadamente.
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